miércoles, 24 de junio de 2009

El arte de alargar la cerveza


A contratiempo habitas horas en las que sólo te acompaña la soledad, el silencio te escucha y te alejas de los minutos comunes a la humanidad. Piensas, intentas detener la mente perversa de palabras imperecederas pero las historias que siempre te quedaron pendientes saltan hacia tí como salmones a contracorriente. Ojeas más asiduamente tu bolsillo y frenas tu consumismo ansioso mientras tomas las actividades externas como juegos alternos de rol.
Ves crecer tus plantas día a día mientras las olímpicas aguas te hacen más compacto. Preguntas precios y poco o nada crees ya en el Gobierno ladrón de sueños. Paciencia matutina, búsqueda de ramas, caminas despacio y mentalmente fabricas más fábulas que nunca. Te sumerges en el agua, sin bombona de oxígeno, confiando en tu capacidad pulmonar.
Y cada tres meses el gran hermano controla que fiches regularmente. Buenos días, sigo aquí aguantando la rabia, pero no sé hasta cuando...