lunes, 2 de marzo de 2015

Migratorio #35

El poder de curación de la música resultó ser el mejor diagnóstico para construir ese invierno el castillo de madera que más tarde se desmoronaría en la soledad de aquel profundo bosque.
Este fue el único testigo del paso de las sombras, lloviznas, vientos y aullidos que auparon a la decadencia a realizar su misión. En aquel tiempo de conquista tecnológica José se convirtió con los años en maestro carpintero y nunca dejó de amar a su única mujer, la madera.