Suena de fondo un grupo de música que podrían ser unos
púberes Rolling Stones, pero no lo son. Esta banda existió un rato, el justo
para que disfrutaran de los nervios de la juventud y desplegaran la locura en
su gente y pueblos cercanos. Desplegaron lo que solo otorga la música y lo que
no te quita la fama. Sudaron cada acorde como las sábanas de las chicas a las que
les plantaron cara tras los conciertos. Nunca pisaron un estadio ni una sala de tamaño medio. Todo
ello derivó en una diversión efímera rasgadora de guitarras sudadas y baquetas astilladas. Defecaron ciegamente en la fama y la falta de libertad de un
Rolling Stone.
The Spirals