martes, 13 de diciembre de 2011

Modo imperioso de explosionar

Las incongruencias en los mandos superiores del barco regalan reverencias de salón al partido mientras consumen laberínticas mentiras venecianas. Los infinitos tipos de maquillaje junto con las promesas incumplidas advierten de las navajas afiladas bajo las sotanas. Las risas diarias y la basura administrativa dan color a todas estas miserias.

Las olas, ánonimas supervivientes del absurdo, vencen en una playa llena de residuos.



miércoles, 14 de septiembre de 2011

La princesa de los corales


Allí estaba, sentada parsimoniosa y quieta, con su biquini azul, una pierna sobre la otra, como si supiese más cosas de las que son propias de su edad. Sus labios se movían balanceados por el ritmo de la lectura que realizaba al frescor de la lata de sardinas abierta al mundo.
El resto de sus semejantes se distraían, entre gritos, con sus tempranos universos particulares mientras ella leía Princesa de los corales. Si el frescor hubiera provenido del mar, la fotografía hubiera sido perfecta. Era la única esperanza en 100 piscinas a la redonda.

La corrosión del carácter

El peso de la inacción es sutil y el crescendo musical avanza sigilosamente como los helicópteros estadounidenses en la noche objetivo matar a Osama. No se entera nadie, pero ahí está/n. Voy a leerme el país a ver que dice Fulanito de….(17.02). Voy a bajar a fumar, ¿alguien se viene?... (16.41). El contador de pitis está que hecha humo. El contador de incongruencias, absurdos, (indi)gestión, personal, decencia, rigor, vergüenza y profesionalidad ha explotado ya en mil pedazos. Qué visión. Qué calma. Qué teatro. Qué enquistamiento. Qué función. Qué manera de secar la tierra, de desaprovechar el agua y los utensilios de labranza. Qué manera de hipotecar el campo. Qué desfachatez. . Qué absurdo panorama envenenado de silencio. Qué idus de marzo. Qué manera de corroer el carácter.

lunes, 11 de julio de 2011

El primer sollozo


Mientras lloran oblicuamente los ángeles sobre la ciudad de Madrid, las palomas mantienen su vuelo a pesar de las grandes lágrimas afiladas que las alcanzan como ráfagas de metralla. El nasciturus apesadumbrado de haber llegado por fin al mundo, estalla de rabia y solloza incombustiblemente por su separación de la fosa abisal en la que ha permanecido desde siempre. Ya, recién salido del vagón de primera y en una carretera de único sentido, empieza a morir hasta conseguir el descanso en otra fosa, esta ya, sin posilidad alguna de escapatoria.

miércoles, 8 de junio de 2011

El encuentro


Hace tiempo estaba sentado en un pequeño café de una angosta calle de Madrid cuando ví, a través de la ventana, a una estilosa joven que vestía una elegante boina y una larga falda drapeada que se agotaba en unas botas de color ocre (pausa). A juzgar por sus constantes movimientos la chica esperaba a alguien. Su bufanda zozobraba en el sentido contrario a su mirada cuando aquella se desprendió definitivamente de su cuello y acabó imantada a los pies de un joven que salía en ese momento por la puerta del café. Se produjo el encuentro, conversaron y al poco tiempo se alejaron doblando la esquina (pausa). Dentro de aquella pecera, sin respirar, me pregunté a quién esperaría la joven, ¿qué le depararía al impuntual?, ¿por qué desapareció con el chico del café?, ¿qué fue de ellos?, ¿funcionó? (pausa..)...nunca lo sabremos. (pausa)

Este podría ser el comienzo de una novela, de un guión cinematográfico o de cualquier manifestación artística, (pausa)... o quizás no y la escena se representa realmente a diario en este circo mundial.

La verdad es que quiero seguir pensando que efectivamente este tipo de hechos ocurren a diario. (pausa)

1-Quiero seguir pensando que continúa existiendo un halo de ficción literaria que envuelve la rutina diaria.

2- Seguir pensando que las personas continúan, al menos a través de sus hijos, regresando al reino mágico y perdido de la infancia.

3- Seguir pensando que continúan existiendo ciertas personas que bailan como si no las estuvieran viendo.

4- Seguir pensando que cada vez somos más escépticos, que tendemos a la verdad y que pensamos por nosotros mismos sin atender a logia alguna.

5- Seguir pensando que el arte de la música sigue actuando incipientemente sobre la profunda interioridad del ser, borrando de golpe las miserias humanas y desestabilizando la esencia más íntima del mundo, nuestro "yo".

6- Seguir pensando que a pesar del tiempo nadado al lado de tu pareja, nadie es de nadie.

7- Seguir pensando que cada día uno se para ante la velocidad del mundo, se observa y se alegra conscientemente de seguir vivo un día más.

8- Seguir pensando que al final del camino sigue habiendo gente satisfecha de haber vivido como efectivamente ha querido vivir.

Finalmente, quiero seguir pensando que continuaréis
disfrutando de aquel primer encuentro.
Almu, Miky, esto es todo lo que os deseo. (pausa)

La curiosidad es el estímulo. Cuanto mayor se hace uno, más interesante se vuelve la vida. Tras la destrucción del cuerpo, la mente se desarrolla sorprendentemente bien. Y ya que este circo terrenal degusta de un tiempo finito y puesto que jamás nadie ni ningún credo ha garantizado nunca que exista nada más allá de la línea de meta, aprovechad y seguid disfrutando día a día de aquel primer encuentro(pausa). Y bueno, como en este absurdo vital sólo se salva el amor y el humor aprovecho la ocasión para desearos feliz navidad y próspero anillo nuevo.

(Texto expulsado en Madrid el 4 de junio de 2011 ante un aforo de 230 personas)

jueves, 17 de marzo de 2011

El romper de la tónica

Allí donde la tierra huye de los hombres, allí donde el viento es ciego, allí donde el bosque empieza al abrir la ventana, allí donde el silencio es música y descansa dormida sobre una guitarra, allí donde la amistad respira monte, allí donde la alegría es el poder de los frágiles, allí donde las barricadas son calles al sol, allí donde la tierra huye de los hombres.

lunes, 14 de marzo de 2011

Balas de fogeo

Duodécima visita- inauguración a una institución en 4 meses por alguno de los miembros de la monarquía española, qué hastío. Sí, allí está de uniforme, gorra debajo del sobaco, alto y guapo, se le (ad)mira, se le es(cucha). El sueño dorado de muchas madres de España: casar a su hija con el heredero de la furgoneta de oro. Seguimos con el sempiterno cuento del príncipe gélido y la princesa(esa), desde pequeñitos a cucharadas grandes y soperas, Aum! Luego sobreviene lo evidente, que te tropiezas con la ruda real(idad). Y no, por favor, no saquemos ahora como ejemplo a la sargento tuneada y famélica de la Leticia.

Pd. Al que no tenga una foto dándole la mano a algún miembro de la familia real entrará en el sorteo de una visita privada a los aposentos del Palacio Real. Insípida emoción.

Presenciax

Cerré los ojos para imaginar los mundos ocultos tras los finos velos de la realidad. Ensoñaciones que merodeaban libremente por la estancia. Posters con sus imágenes delataban la melancolía enterrada. Le mostré mis cámaras que examinó con detenimiento. Esta es una buena cámara, dijo pausadamente. Se la colgó del hombro. Nos vemos en el estudio.

martes, 8 de marzo de 2011

Ostracismo interior

Dejó caer la novela, apagó la televisión enferma de infinita verborrea chavista; descolgó el teléfono fijo, apagó el móvil, salió al porche y como de costumbre se sentó en su aposento preferido de la casa. Amarrado a los brazos de su sillón se dejó ver y escuchar por la verde, copiosa lluvia que caía en aquella tarde pegajosa a las afueras de Caracas. Con una hierática y absorta mirada fija en las continuas aguas, se descolgó del mundo.

Sed de hambre

Sometido a los movimientos sociales. Nostalgia del eremita y el silencio lejano a tí te envidio, a tí te proclamo para exaltar tu plenitud sin aristas ni vientos racheados. Ligero de carga, sencillo y equilibrado desprecias la inmediatez y el quejido. Abrazas la reflexión y la vida secuencias. Como la cúspide de una montaña oteas el tránsito fugaz pero constante de las estaciones circulares mientras observas los vaivenes del tiempo. Añoras la cortina lluviosa que apague las palabras. Añoras los baños de fortuna libiana en las tierras del Sur mientras bajo el agua aguantas la respiración. Proteínas del espíritu no faltan a la voraz desazón de hambre.

lunes, 7 de marzo de 2011

El color de los brillos

El altanero clima político y el poder del miedo lo abarca todo, las palabras embotelladas en la dirección adecuada, los serviciales esclavos de las rectas ordenes, los comportamientos humillados de desdibujadas hipocresías, los pesados y vetustos cargos, los carnets de partido; todo metido en la misma saca con logo oficial. Todos mamando de la teta madre mientras de soslayo cruzan una mirada feroz a los de la acera de enfrente. El pueblo no importa, con sus corbatas por montera se convierten en legales tomadores del dos. Asumen, asienten y obedecen a sus comandantes mientras sus palabras apenas se oyen como consecuencia de la bola de acero que arrastran anclada a los tobillos del mundo. ¿Quién otorga contenido a la palabra libertad?, ¿Cómo salvarse de la ola que despierta por las noches?...

miércoles, 2 de marzo de 2011

Eef

Escenario tras escenario se revuelve en sus oscuridades mostrándose desdoblado, fugaz.

lunes, 28 de febrero de 2011

Subversión


Entras en el baño y bailas rítmicamente delante del espejo como si fuera tu primera nochevieja. Haces muecas en el espejo hasta deformarte la cara. Cambias la papelera de sitio. Juegas a meter la bola de papel en el cubo como si la final de copa dependiera de ese golpe de muñeca. Dormitas sentado en el w.c. durante unos momentos. Haces un sudoku. Juegas con el móvil. Sacas el libro de tu bolsillo y pierdes la noción del tiempo. Los dibujos del mármol despiertan tu imaginación. Te sientes acompañado.

Diviértete.

martes, 22 de febrero de 2011

La resistencia de la inercia


El grande se comió a los chicos, y sin saber si podría volar se dejó caer desde el bordillo. Pesaba demasiado y se precipitó en caída libre mientras sus energías se empleaban en frenar el precipicio, donde por ahora subsistía. Todo esto pasará, le dijo el viento mientras caía, para bien o para mal.

lunes, 24 de enero de 2011

Tiempo de reverberación


...y finalmente se dieron cuenta que no tenían por qué acudir más a ningún templo a escuchar a nadie hablando en nombre de nadie...

El escrutador gorgojeo de la aguja

Terminó de decorar la cassette, marca "Bash 90 Chrome Extra II" que contenía un variado repertorio de viejas bandas de rock and roll, con el esmero y la pulcritud que ponía siempre en las pequeñas cosas. A estos momentos los llamaba "reducidos momentos de felicidad alterna". Cada vez que observaba la cinta se fijaba en los finos y detallados trazos realizados en ella mientras escudriñaba una redonda sonrisa como la honda expansiva de una piedra tirada al mar.

Todas sus cintas formaban un ejército musical, bien reclutado y dispuesto a actuar.

Los cedés se alineaban unos encima de otros. Formaban torres de babel coloridas y de alturas casi cenitales que le rodeaban y protegían mientras él disfrutaba con el crepitar de la aguja al comenzar su idilio con un nuevo vinilo.

jueves, 20 de enero de 2011

La lenta conversación con la muerte


El humo del tabaco siempre consiguió animarla para seguir viviendo una noche más, mientras sus pulmones cruzaban el umbral y la enterraban en vida dentro de aquella casa de blancos muros rotos y ruinosa mezquindad.

lunes, 10 de enero de 2011

La anónima altura del ruido


Creo recordar que el billete no superaba los 50 euros de ahí lo del apellido low cost. Este bajo coste efectivamente salpica a todos los aspectos del trayecto. Aerolíneas como Easyjet y RyanAir cumplen todos los requisitos.

Con destino a Fuerteventura, sentado con un libro en las manos y con 3 horas y media por delante, comienza el show.

Apenas las patas del pájaro dejaban de tocar tierra y agitaban sus alas grises en busca de la altura ideal, comienza la primera ráfaga publicitaria del vuelo. Desde comida envasada, bebidas varias, pitillos de nicotina electrónica, sorteos, tiempo de vuelo, presentación del comandante y las azafatas, escapatorias al desastre (sin) futuro (si es que alguna vez existió alguna) y un sin fin de mensajes inútiles y vociferantes que machacan los taponados oídos de los arrendatarios de las butacas volantes.

Sin mediar descanso alguno, del altavoz rezuma: ...les habla la azafata Vane que con la ayuda de Paqui y Conchi seremos sus azafatas en este vuelo y estaremos a su disposición para todo aquello que necesiten...

Dejando caer los ojos por primera vez en el libro…¡zas!..."en breves momentos pasaremos para que puedan degustar nuestras deliciosas tartas de manzana, de queso, de .... y nuestras diferentes bebidas blablabla..."

Breve silencio.

”Les recuerdo que en breves instantes pasaremos para ofrecerles los cartones del sorteo de hoy y del que un euro de cada compra irá destinado a la Fundación Fulanito Pérez...(menos mal que podemos vivir de tí)”….blablabla…

Por si fuera poco y por si algún viajero es del extrarradio repiten los mensajitos en inglés y en el idioma del país de destino. Guau. Great. International Service.

Y mediando con la cruz del ruido continuo, en ese mismo avión iban 10 chavalas de despedida de soltera, fíjate tú qué originales, con la consiguiente alegría de ver cómo su amiguísima de toda la vida, la Pili, iba a pasar por el altar con el pájaro carpintero de su novio, el de toda la vida, el Josua, aguántame la vara. Pues sí, las 10 pedorras tomaron el avión como si estuviera incluído en la despedida y de pie, moviéndose de un lado a otro, con las consiguientes copas en la mano, gritos varios y guirnaldas ridículas en su cabeza vislumbraba ya la narración a su vuelta de la peripecia..."pues sí tía la despedida fue una pasada, empezamos a beber en el avión y no paramos hasta que volvimos a Barajas … qué guay tía…jijijaja, comentaba con una amiga ya en Madrid”. La amiga: Joder, qué envidia, qué pena no haber podido ir. Pena Penísima. Pena.

Pues sí así trascurrió el viaje no sin que las tres gaviotas surcamares de las azafatas no sólo no llamaran la atención al personal y lo corrigieran sino que se unieran a la fiesta junto al tontolaba del comandante Eustaquio haciendo gracietas por el micrófono, deseando y gritando felicidad a pleno pulmón para la Pili, futura y eternísima esposa del Josua. Tela marinera, qué modernos sois. Menos mal que pude aminorar esta juerga de imbéciles de altos vuelos con unos tapones que siempre llevo encima para prevenirme de estos casos de agilipollamiento general, no sin antes girar mi cabeza y ver al otro lado del pasillo a uno de los míos: una extranjera con las manos en los oídos, los ojos cerrados por la angustia, un libro en su falda y apoyando la cabeza en su asiento delantero con resignada postura ante semejante evento lúdico mientras pensaba por qué debía soportar todo este tiovivo.

Y alguno dirá que vuele con otra compañía, claro, pero no creo que pagar un módico precio por un vuelo conlleve el que tengan varios clientes que asumir gratuítamente la molestia de una panda de pájaras de tres al cuarto junto con la connivencia de la compañía de turno. La responsabilidad previa y obviamente es de las compañías que no aplican unas normas básicas de educación y convivencia, ya que está visto que la manada no tuvo nunca un pastor.

A punto estuve, como en otras ocasiones, de hablar con las azafatas sobre la juerga allí montada, aunque conociéndome posiblemente pudiera haber terminado ciscándome en los muertos de la Pili, de la azafata o del mameluco del comandante in charge del avión, secuestrarlo, y estrellarlo contra el mar mientras salto en paracaídas, pero eso sólo lo hace el denostado Nicolas Cage o Bruce Willis, nos ha jodío, con Hollywood hemos topado.

Por lo visto el eterno y sempiterno ruido humano no tiene mal de altura.

jueves, 6 de enero de 2011

Un día bajo el mar de piedra



Un día corriente en el eficiente suburbano de Madrid. Leo para matar las paradas. Escucho música para aislarme del mundo subterráneo. A mi lado dos sitios libres. Una pareja que sobrepasa los 60 años y una joven negra con su amiga se acercan para disputarse los asientos. Por cercanía llega antes la pareja madura. Se sientan despacio y de forma directa. La joven, en voz alta dice a su amiga: "joder, siéntense, siéntense...cómo se las gastan tus paisanos...", un aire de desprecio baña sus palabras así como sus miradas hacia los ganadores. De nuevo repite más o menos los mismos exabruptos. La pareja sexagenaria, con la cabeza gacha, hace oídos sordos. Por alusiones, retiro mis ojos del libro y miro fijamente a la joven vociferante, intentando decirle que no tiene razón, que cierre su maleducado pico y que asista de nuevo al colegio del respeto y la educación, si alguna vez asistió a alguno. Como era de preveer, la comprensión del sutíl gesto visual fue imposible. Si una persona no puede entender una mirada, difícilmente va a poder entender una larga explicación. Sigo leyendo. La joven soez con botas de dartacañera, tan en boga en estos tiempos, y su amiga la Paqui continúan hablando y dándose la razón mutuamente a golpe de zafias palabras sobre un asunto del cuñado gilipollas de esta última, fíjate tía.
Una parada más tarde, se quedan libres los asientos de enfrente a los de la pareja y el mío. Las dos horteras, se sientan en ellos y la negra elije premeditadamente no sentarse en frente del señor ganador del premio, y sí en el que está en frente del mío. De nuevo, una o dos paradas más tarde, tanto la pareja muda de señores como el dúo de pájaras de bajos vuelos se levantan y coinciden en su salida del vagón. Ya ves.

lunes, 3 de enero de 2011

El sabor de lo natural



Ella se sentía a gusto en los bares, el rythm ´n blues mecía sus noches y aireaba su falda. Allá en los años 50 aparcaba su mente durante no cortos momentos de ensimismamiento, y a menudo, su desgarbado tupé delataba sus viajes. Ella fumaba de manera habitual y sus caladas tenían un sabor natural o al menos eso decía su cajetilla.