martes, 29 de enero de 2008

Me bajo


Ante la penosa mediocridad imperante de nuestros supuestos gobernantes de tres al cuarto, ante tanta mentira (en)cubierta y descubierta, ante la abundante demagogia política y falacias todas, sonrisas falsas ávidas de poder, miseria vestida de corbata, ante tan poca poesía social, ante tan poco romanticismo diocechesco, me apego al genial Groucho Marx cuando decía: "por favor, paren el mundo que me bajo".
Ante la utópica unión de conciencias, ante la cobardía y el silencio de la sociedad, ante la inmovilidad imperante, me acojo al "yo a lo mío". Acatamiento ciego de las decisiones políticas, ¡no rechiste usted! Ante el consumo ciego y exhacerbado de inutilidades muchas, ante el falso progreso dirigido magistralmente por el gurú televisivo, ante la envidia visceral y la mala leche del personal reinante, "por favor, paren el mundo que me bajo".
Ante la apabullante burocracia, el amasijo de prohibidos y recaudación de dineros, pague usted, saque el ticket, póngase a la cola, reclame en aquella ventanilla, tírese por aquella otra, vuelva mañana, no es mi responsabilidad, pregunte a mi compañero...
Ante la falta absoluta de espíritus elevados que nos guíen firmemente por bellos e instructivos caminos silenciosos, "por favor, paren el mundo que me bajo".

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