viernes, 11 de diciembre de 2009

Bar Manolo


Dejando de lado los bares sometidos a los gritos comunes, a humos procaces, se erige un castillo medieval en el punto de inflexión de la montaña urbana. Ese castillo, denominado vulgarmente "Bar Manolo. Desayunos y Comida Casera", continúa tranquilo su andadura en la restauración madrileña.
Allí las escenas costumbristas perdidas en el tiempo destacan para el que sabe mirar con los oídos. La mirada iracunda del perro a su dueño y que sentado obedientemente no le quita ojo, el señor apostillado en la barra con su quinto vermut de la tarde, la mujer despechada que opina de todo, el propietario dicharachero cortando el jamón, la cesta con los calendarios gratuitos de desnudos masculinos y femeninos reflejan sencillamente la imagen del "Bar Manolo", el verdadero Ministerio de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad.

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