Mientras el océano saluda fatigado y juvenilmente a su llegada a tierra firme, otros parten a dialogar por alta mar recordando que hubo un tiempo en que descubrir otros horizontes era un privilegio o la única oportunidad de unos pocos de correr una aventura restringida solamente a valientes, desesperados y buscavidas. La vuelta siempre era duda.
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