Las alas del poder se despliegan largas e invisibles mientras sus severos principios se degradan y las enérgicas ansias anhelan los paraísos antes inalcanzables. Orgullosos de ser pisotean la olvidada ética. La posición de privilegio atrae a sus lobos acólitos, su falsa cercanía denota su hipocresía convulsa y su espíritu agonizante abraza la inanición.
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