Al pasar por delante aquella mañana giré la cabeza y allí estaba parado, inmóvil,
dejándose acicalar por su cuidador. A su lado, otros como él esperaban su
turno. Dirigí de nuevo la mirada al suelo y continué la marcha.
Imbuído en aquella luz temprana pensé en la bella
imagen que hubiera sido contemplar a un cornaca desplegar los cuidados pertinentes a su poderoso paquidermo
Tras la cristalera, el nuevo modelo de Toyota Land Cruiser presumía vanidoso su robusto color rojo.
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